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Conocimos historias contadas por viajeros de la experiencia de ir a la mitad del mundo, ubicada en el hermano país del Ecuador, pero si existe la mitad del mundo, también debe existir la mitad de Colombia, y en efecto este lugar se encuentra ubicado en el Alto de Menegua a unos 10 minutos de Puerto López (Meta), una obra escultural en forma de obelisco realizada por el escultor colombiano Miguel Roa Iregui; mediante dicha obra se describe gráficamente la ubicación geográfica, industria y economía, cultura, flora y fauna de éste municipio del llano colombiano. Así que decidimos rodar primero por el ombligo de Colombia.
Después de revisar nuestros presupuestos y de alistar la moto para esta travesía, arrancamos el sábado a las 5:00 am con la mala suerte que llovía con fuerza y el piso era un jabón, sintiendo el peligro en cada curva recorrida ya que podíamos dañar nuestro viaje, nuestra moto y nuestra integridad. La vía aunque se encuentra en perfecto estado en algunos tramos, tiene muchas curvas y por el alto flujo de tractomulas sumado a la lluvia, hace de esta una carretera para tener cuidado, en especial cuando eres amante de la velocidad. Al cruzar el peaje de Pipiral, se debe tomar un desvío que conecta a la vía antigua que conduce a Villavicencio (Meta), porque no está permitido el tránsito de motos por el último túnel antes de llegar a Villavo (aún no sabemos el por qué); la ruta antigua es una vía en constante mantenimiento y tiene bastantes huecos y desniveles, por lo que te recomendamos tener precaución. Una vez finalizado este trayecto se puede apreciar la inmensidad de la llanura y descubres que Colombia es digna de ser apreciada.
Villavicencio es una ciudad de excelentes calles, buen clima, delicias gastronómicas, que se complementan con el “El Joropo”, ritmo característico de los Llanos Orientales haciendo que este destino sea ideal para visitar y recorrer kilómetro a kilómetro.
La vía con dirección a Puerto López es perfecta para rodar y además muestra una gran variedad de paisajes que alegran la odisea y el amor por las motos. Al llegar a Puerto López se logra evidenciar que el número de motos es bastante y que la alegría de los pobladores contagió a dos bogotanos que se maravillaron del encanto llanero.
Después de más de cinco horas de viaje desde Bogotá llegamos al Obelisco que identifica la mitad geográfica de Colombia, este se encuentra en una pequeña montaña, desde la cual se puede apreciar la inmensidad del llano que se pierde a la vista, es un mar verde que dan ganas de admirarlo por horas; que rato más agradable pasamos en este gran lugar, nos tomamos fotos y disfrutamos de la comida, además compartimos con una gran variedad de viajeros que al igual que nosotros esperaron con ansias la puesta del sol y les contamos que es toda una maravilla y un gran regalo de la madre tierra.
Al finalizar el día y después de dejarnos embrujar por esta región de Colombia nos preparamos para regresar a casa, no sin antes apreciar un cielo estrellado que invita a componer y a amar, quedó plasmada en nuestro baúl de recuerdos esta bella imagen, la noche nos despedía y nos incitaba a volver por estas rutas llenas de naturaleza y libertad.
Para finalizar te invitamos a que te animes a realizar este viaje, dejando atrás las preocupaciones y disfrutando del sonido de los caballitos de acero.
