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¡Bienvenidos a Guatapé, pueblo de zócalos! Es la frase que reza a la entrada del pueblo más bonito del departamento de Antioquia, y unos metros más adelante ante nuestros ojos una imagen perfecta para una postal: una bahía en que las verdes aguas tranquilas se mezclan con el reflejo de un profundo cielo azul despejado, un sol radiante, montañas y vegetación alrededor, y la inmejorable calma que se respira en este municipio ubicado a dos horas de Medellín, tras un recorrido de 82 kilómetros desde la ciudad de la eterna primavera.
Guatapé nos recibió con esta hermosa vista del embalse y la invitación a sumergirnos en la infinidad de colores presentes en las fachadas de sus casas, cabe aclarar que Guatapé no es solamente reconocido por los zócalos que adornan las viviendas, también es ampliamente visitado por el atractivo turístico de la Piedra del Peñón de Guatapé y por el embalse del río Nare que rodea ésta, generador de energía hidroeléctrica para esta parte del país.
Antes de llegar al casco urbano de Guatapé (aprox. 3 minutos antes) se encuentra el Peñón de Guatapé, una imponente piedra que se eleva en medio del embalse El Peñol-Guatapé, está a una altura de 2137 msnm, y llegar a la cima de ella implica un ascenso de 740 escalones, un poco exigente a nivel físico, pero bastante recompensado con la vista panorámica del lugar que se obtiene a medida que se está más cerca de la meta. El día que subimos fue fuera de lo común, estaba nublado y lluvioso, razón por la cual nos llenamos de alegría porque el nivel de las aguas del embalse está aumentando, a comparación de la primera vez que visitamos la piedra ¡Revive aquí nuestra primera visita al Peñón de Guatapé!
Ubicación
Datos de Interés
82 kilómetros recorridos (ida) desde Medellín, a una velocidad promedio de 80 kms/h
400 kilómetros recorridos (regreso) hasta Bogotá, a una velocidad promedio de 80 kms/h
Salida de Medellín por la Autopista Bogotá-Medellín, vías en buen estado hasta Marinilla, desde ahí hasta Guatapé carretera en estado regular.
Ingreso a Bogotá por calle 80, vías en buen estado trayecto desde Marinilla, en algunos tramos hay ondulaciones y huecos. Se presentan muchas curvas en trayecto Guaduas-Villeta.
Costo gasolina en carro 50.000 COP (17 USD) trayecto Medellín-Guatapé y Guatapé-Bogotá
Costo peajes trayecto Medellín-Guatapé 10.600 COP (3 USD), y trayecto Guatapé-Bogotá 49.500 COP (16 USD)
El viaje tuvo una duración de 2 días
Duración del trayecto de ida (Medellín-Guatapé) 2 hrs
Duración del trayecto de regreso (Guatapé-Bogotá) 8 hrs
En esta ocasión no nos conformamos solamente con subir a la piedra, esta vez quisimos ir más allá, al tan apetecido y afamado pueblo de zócalos, un arte plasmado en figuras talladas o pintadas a pincel en las fachadas y pies de pared de cada una de las casas que componen Guatapé, manifestando una historia familiar o un valor de la comunidad.
La temperatura ronda los 20°, y el clima es cálido templado
El valor promedio de desayuno, almuerzo y cena es 6.000 COP (2 USD)
El hospedaje tuvo un costo de 40.000 COP (13 USD) la noche por pareja, en un hotel cercano al Peñón de Guatapé, donde también ofrecen servicio de restaurante y paseos en lancha por el embalse
La entrada a la Piedra El Peñón de Guatapé tiene un costo de 15.000 COP (5 USD) por persona
Por la dimensión de esta expresión cultural es un destino que invita a tener preparada la cámara fotográfica para capturar cada detalle de los coloridos zócalos y deleitar cada uno de los sentidos al apreciar estas obras de arte.
El Peñón de Guatapé está a 3 minutos de Guatapé
El Peñón de Guatapé tiene una altura máxima de 200 mts y mínima de 137 mts
La cima del Peñón de Guatapé está a una altura de 2.137 msnm
El recorrido desde la entrada a la piedra hasta el escalón 659 tarda cerca de 20 minutos y hasta el escalón 740 cerca de 3 minutos más
Todas las calles de Guatapé cautivan al que las recorra, especialmente estos lugares:
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La calle del recuerdo, que conserva especial similitud con las casas y calles de la antigua Guatapé, antes de dar paso al proyecto de construcción del embalse El Peñol-Guatapé, en el que se tuvo que inundar gran parte del pueblo.
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La plaza de los zócalos, una plazoleta que reúne en un solo lugar más color que cualquier otro lugar del resto del pueblo, escalones a tono con los edificios que rodean la plaza y en el centro de esta, un monumento que simboliza prosperidad y abundancia: un pez plateado que apunta hacia el embalse.
El recorrido en lancha por el embalse desde el malecón de Guatapé tarda cerca de 30 minutos
Recomendaciones:
- Llevar ropa y calzado adecuado para el ascenso a la piedra, teniendo en cuenta que casi siempre un sol radiante acompaña la caminata.
- Ser consciente de su condición física ya que el ascenso a la piedra implica un esfuerzo importante.
- Infaltable la cámara para capturar las mejores imágenes y videos de Guatapé, el embalse y la vista panorámica que se puede apreciar desde la cima del Peñón de Guatapé.
- Llevar hidratación para el ascenso de los 740 escalones.
- Aplicarse protector solar para contrarrestar el efecto de los rayos UV, así como cachuchas.
- No obstruir el paso de quienes suben o bajan en las escaleras de la piedra.
- Respetar y cuidar cada lugar que se visite, es importante para que otros visitantes puedan admirar la belleza de este pueblo.
- Disfrutar el colorido pueblo de Guatapé, la inmensidad del embalse y la majestuosidad de la piedra.
El primer ascenso a la piedra El Peñón de Guatapé fue en el año 1954 por el señor Luis Villegas
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El malecón, que actualmente bordea el embalse y en donde se encuentran embarcaciones que prestan el servicio de dar un paseo por buena parte de este cuerpo de agua y de disfrutarlo con diferentes opciones de actividades acuáticas.
Se deduce que la piedra es producto de una erosión volcánica
Para dar lugar al actual embalse Guatapé-El Peñol fue necesario inundar casi medio pueblo del antiguo Guatapé
La tradición de los zócalos en Guatapé data del año 1919 gracias a la labor de Don José María Parra
Hasta el año 1970 Guatapé no tenía embalse
El paseo en lancha que dimos al embalse en un lapso de 30 minutos fue enriquecedor y relajante, maravillarnos con el paisaje que estaba dispuesto a ser retratado y mostraba su mejor faceta, ir a la velocidad de la corriente del agua, escuchar historias sobre el embalse y sus islas… motivación para seguir entregándonos a la vida viajera y a la libertad que ofrece.